Esta intrincada red de ramas y reflejos en nuestro hábitat. Aquí edificamos, en el fuego. Y una ola más pura que el aire. más clara que el agua, socava los cimientos. Abre la ventana: el bosque en llamas. Pisa el umbral: la vida camina sobre las brasas. Aquí edificamos, en el fuego. Y alrededor,un orden nuevo condenado a morir,un orden viejo condenado a nacer. Abre la ventana: la vida al rojo. Pisa el umbral: ceniza celeste. Aquí edificamos, en el fuego. Y el alma,como un pavo real, abre su cola en el incendio. |